sábado, 17 de mayo de 2008

Cara de Palo

Fuente http://unaprensadiferente.blogspot.com

A
pesar de las diferentes posturas políticas frente a las movilizaciones, algo que es innegable, en uno u otro lado de la trinchera, es que al menos ahora hay un debate generado y un mínimo interés en conocer la realidad de nuestra universidad y de la educación chilena por parte de un gran número de compañeros, lo que ya es positivo.


Sin embargo, muchos argumentos que se pueden escuchar en las asambleas, consejos de presidentes y en los diversos espacios en Internet que se han generado, siguen pecando muchas veces de ingenuos, mal informados, o lisa y llanamente creen a pies juntillas lo que dicen las autoridades de la universidad, como si estos fuesen una especie de gurúes a los que no se les cuestiona.

Justamente, y revisando el sitio http://www.pucv.cl/, me encontré con la siguiente declaración del señor Alfonso Muga, rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en el marco de las ya casi 5 semanas de paralización de actividades. Señaló lo siguiente:

Los alumnos no han considerado los impactos sociales y económicos que esa medida de fuerza tiene para los estudiantes de otras regiones y sus familias

¿Será posible que el señor Muga tenga a estas alturas la desfachatez de emitir semejante juicio respecto al carácter de las movilizaciones? Seguramente nuestro rector ha olvidado un par de cosas, que me gustaría recordarle y que tienen directa relación con el sistema educacional chileno del que él es actor principal, al estar a la cabeza de una universidad parte del Consejo de Rectores.

1.- Pagamos aranceles mensuales y matrículas mucho más elevados que un sueldo mínimo, situación que resulta vergonzosa en el marco de gobiernos que han prometido apuntar hacia la igualdad. La alternativa: un crédito que deberá ser pagado al convertirse en trabajador, que puede llegar a equipararse con la inversión para una familia joven en una casa propia.

2.- Recibimos en los liceos y escuelas públicos un nivel de enseñanza pésimo, con una inversión por alumno muchísimo menor que la que reciben otros colegios que obtienen resultados satisfactorias en la PSU. Por ende, hay quienes tienen una gran desventaja en el ingreso a la Educación Superior y por consiguiente al mercado laboral.

3.- La universidad, a través de los préstamos de matrículas administrados por la FEPUCV, nos hace postular y humillarnos delante de nuestros propios compañeros, rogando por algo QUE ES UN PRÉSTAMO!!!! O sea, suplicar, rogar y hacer miles de trámites por una plata que tarde o temprano tenemos que pagar.

A pesar de estos ejemplos recién mencionados, que sí producen “impactos sociales y económicos”, el señor Muga nos pretende culpar a nosotros de perjudicar a nuestros compañeros, y de paso generar una división interna entre los estudiantes que lo favorezca.

Sin embargo, es nuestra obligación responder con fuerza y claridad como movimiento, y además señalar a nuestros compañeros que no se engañen y vean realmente dónde están las injusticias.

Todos, tanto partícipes como detractores de la agitación vivida en la universidad en este último mes, sabemos el sacrificio que conlleva una drástica recalendarización del año académico. Pero cuando vemos como poco a poco nos acercamos a cumplir los primeros objetivos, sentando un precedente en la fuerza y organización que somos capaces de desplegar en un futuro próximo, entenderemos que todo vale la pena, mientras siga en pie la lucha por la igualdad de oportunidades de las futuras generaciones.

Mientras, don Alfonso, puede usted procurar no ser tan cara de palo para la próxima, y comer unas pasas para que la memoria no le vuelva a jugar una mala pasada.

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